jueves, 26 de junio de 2008

¿Se podría realizar una Investigación en la Escuela?


A nuestro parecer es posible realizar una investigación en el aula y para realizarla no hay mejor investigador que el docente.
El docente tiene dos tareas que realizar: educar e investigar, pero esta es una tarea muy difícil ya que carece de tiempo y presupuesto para la realización de ambas, y al tratar de llevarlas a cabo, descuida una y el resultado es mediocre. Para nosotros lo indicado sería que si el docente quiere realizar investigación en el aula se dedique únicamente a ella, mientras que otros se dediquen exclusivamente a enseñar. Al investigar, el docente podría saber por ejemplo si la metodología de trabajo que se está realizando es la indicada y si no lo es podría reemplazarla. Con esto no queremos significar que ambos docentes trabajen por separado, muy por el contrario se busca una interacción entre éstos.
Como dice Ortega F. “esto que en otros países ha alcanzado un cierto equilibrio, es decir, el investigador debe hacer docencia y la docencia se basa en sus trabajos de investigación todo lo cual crea una situación distinta: el alumno que trabaja con un docente que a su vez retoma permanentemente sus propios trabajos de investigación, que transmite los interrogantes, que transmite respuestas que no son las vías mecánicas que – en particular los manuales en Argentina – aplastan definitivamente todo interés por el conocimiento. El desafío es precisamente, la construcción de un interés por el conocimiento a través de la producción del conocimiento, donde el tiempo del descubrimiento y de la demostración no están presupuestos sólo en los tiempos del discurso”. (1)
Somos muy conscientes que en la actualidad la investigación y la enseñanza van por caminos muy separados, ya que el investigador es un sujeto externo al aula y el docente está ajeno a lo que una verdadera investigación implica. Ortega F. también señala que “en la universidad esto aparece claramente, aún hay conflictos entre investigadores y docentes y creo que el tema de los incentivos – como un elemento externo que actúa sobre la institución universitaria ha sido uno de los factores que ha acelerado y profundizado estos conflicto”.
Para finalizar creemos que es importante la realización de una investigación-acciòn en la escuela, ya que preemitiría al docente actualizarse y a la vez intervenir con el objetivo de mejorar la realidad.

Bibliografía:
(1) Ortega F. “Cuadernos de Educación”. Universidad Nacional de Córdoba (2000)

Alumnos Prof.en Inglés: Gorosito, Maria Belén- Goy, Mariana - More, Adriana- Tevez, Maira

¿Enseñar e Investigar, tareas simultáneas para el educador?

Todos sabemos que las instituciones educativas se conciben como escenario donde se confrontan procesos de apropiación de conocimientos y se produce saber pedagógico. El aula, la escuela, la sociedad son fuentes de investigación a problemas relacionados con la enseñanza, el aprendizaje y los procesos formativos.
Para Elena Achilli (1998), “investigar es el proceso por el cual se construyen conocimientos acerca de una problemática de un modo sistemático y riguroso”. (1). De ahí que se concluye que la investigación educativa es un estudio orientado "para" concretar acciones tendientes a re-pensar/transformar determinadas problemáticas del quehacer escolar y para la práctica o formación docente.
Hoy día estamos inmersos en muchas confrontaciones que hacen que se generen tensiones y las investigaciones se ven alejadas de las prácticas. ¿Será que la producción de conocimiento, reservado a los investigadores y la reproducción del conocimiento, reservado a los docentes, haga que la escuela sólo se preocupe por enseñar conocimientos ya elaborados y concluídos? ¿Es posible investigar cuando no se cuenta con los medios, a veces tan mínimos, en este país?
Elena Achilli señala al respecto "...las condiciones de trabajo docente, las actividades burocráticas y externas a lo pedagógico, la estructuración jerárquica que caracteriza las relaciones institucionales, en el sentido de transformar al docente, hacen que sea solo un mero transmisor de lo que diseñan o generan otros. Estos son algunos de los límites que lo diluyen como sujeto intelectual, alejándolo del trabajo crítico y reflexivo."
Sverdlick hace referencia a la “confianza/desconfianza entre el docente y el investigador. El diálogo cortado entre el docente y el investigador (la escuela cuestiona al investigador con el clásico qué sabrán de nuestros problemas. El investigador le responde que el docente no está predispuesto al cambio). El tiempo para llevar adelante procesos, para escribir informes, tiempo para entrar en diálogo, tiempo de la gestión etc. El valor de lo cuantitativo con lo cualitativo, Teoría vs. Práctica, Objetivo/subjetivo no están del todo superadas en las escuelas porque todavía no hay cultura empírica práctica”. (2)
Mialaret (1993), nos dice que como “la educación adquiere un concepto polisémico que abarca muchos contextos y situaciones tan variadas y particulares, hace que las "nuevas" investigaciones cuestionen la forma de generalizar, del tradicional método científico ya que lo rígido achica el campo de la investigación”. (3)
Por otro lado Ortega F. (2000) habla de “la timidez de las escuelas por la ausencia de reflexión sistemática. El investigador se "encierra" en su mundo. El docente no rescata los trabajos de investigación y por último el "desconocimiento" de los caminos de la investigación”. (4)
Creemos, como docentes que nos estamos formando, que enseñar e investigar no se tienen que ver alejados. La investigación no es una respuesta a todos los males de la sociedad pero permite abrir lo que se considera cerrado, para ver al mundo desde otro ángulo. Es importante "interactuar", tomar posiciones desde el control que nuestro posicionamiento, en el juego que jugamos, ejerce sobre el mundo que juzgamos y que desde ese juicio contribuimos socialmente a "construir”. Programas que nos forman como educadores nos permiten y reclaman procesos de investigación-acción para transformar la práctica educativa, el arduo trabajo de enseñar; y para estrechar la coherencia entre el pensamiento y la acción educadora. Ambas deben enriquecerse mutuamente.
ALUMNOS PROF.EN INGLÉS: Alegre, Johana- Franco, Victor- Merlo, Viviana- Trejo, Natalia

Bibliografía:
(1) Elena Achilli “Investigación y Formación Docente”. Colección Universistas. Serie Formación Docente. Rosario 1998
(2) Ingrid Sverdlick “La investigación Educativa como Instrumento de Acciòn, de Formación y Cambio”
(3) Mialaret “Las Nuevas Formas de Investigación en Educación” Ambassade de France Au Mexique. Universidad Autónoma de Hidalgo 1993.
(4) Ortega F. “Cuadernos de Educación”. Univ. Nac. de Córdoba (2000).

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